la sala roja es una diagonal de brisa
esta noche quieta es curativa!
del núcleo central parten infinitos rayos
y cada uno tiene un destino luminoso
yo quiero viajar en uno de esos rayos
(y los físicos dicen que casi todo es nada)
desde la biblioteca me llaman mis amigos
y los instrumentos me miran provocándome
hasta el mínimo ruido me dispara una saga
como la luz a través de los párpados cerrados
en estos días me he sentido encadenado
a oxidadas anclas sujetos mis riñones
la Providencia acerca un océano de respuestas
y el ciego juega a poner la cola al burro
me cantan a la vez todos los seres sutiles
y me esfuerzo por oír las voces intermedias
Pienso: -con una noche así, si no tuviera cuerpo
podría atravesar todos los velos!-
una bofetada amable pasa a través de mi cráneo
y la brisa escribe la palabra sonrisa
qué suerte que llegaron los refuerzos:
solícitos, atrapan pensamientos
y los ponen en bolsas de basura.
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